Hoy que la humanidad no respira sino que se asfixia en su propia soberbia, hoy.., intento decir adiós al cigarrillo. Que de los males el de peor imagen, ocultando quizás, una atmósfera que ni filtro lleva.
¿Si me siento imbécil?
¡Si claro! El cigarrillo es una opción personal, algo de mi libre albedrío.
Además sabemos que el antitabaco se profesa por ser el tabaquismo, muy costoso para el Estado, no irán a creer que alguien se preocupa por mi salud… Bueno, ciertamente por la de nadie ya que, si no fuera ésta un buen negocio no existiría.
Tal vez si en un mañana el petróleo dejase de ser negocio, comenzarán con el anti-automovilismo, que mata más gente que el tabaco. Habrán visto que hoy se presta más atención, cuando alguien compra un auto, a la seguridad que ofrece, que a otro tipo de prestaciones. Es decir, no se previene el accidente, si no que se bajan costos de asistencia. Y es que los sistemas de seguridad no modifican al conductor. ¡Qué moralismo!
Y dejar de fumar no es una cuestión sencilla. Más allá de la adicción está el placer de hacerlo y el cuestionamiento es siempre el mismo:”Más acá o más allá habrá uno de morir algún día”. Y las voces asoman inoportunamente:”está bien, pero tampoco hay que darle una mano”. Y es que ambas posiciones son válidas, pero a cuál prestar atención es la cosa.
Podemos decir que el cigarrillo mata, pero jamás pensar que el dejar de fumar nos hará más longevos, ya que de índices de mortandad artificial estamos colmados: automóviles, electricidad, contaminación ambiental, químicos en los alimentos, estrés, delincuencia… Digamos que hoy día es más difícil fallecer de muerte natural que otra cosa.
Y si por otro lado, nos concentramos en dejar todo aquello que nos pudiera proporcionar una muerte apresurada..¿Qué haríamos con nuestras vidas?
Evidentemente vivimos de frases hechas que no sabemos ni siquiera su origen y menos su sentido.
Creo, al fin de cuentas, que un motivo real para dejar de fumar es el ahorro de dinero que se pudiera volcar a otras necesidades. Al menos es coherente con lo irracional de vivir ciudadanamente. ¿Qué si vivir no me importa o que no doy valor a la vida? De ningún modo. Pero intento sea lo más sincera posible. Si las cajillas de cigarrillos llevan un rótulo que dice: “Fumar mata” ¿Qué deberían decir entonces los automóviles, el alcohol, las drogas, el estrés, etc? Terminaríamos rotulando “coparticipar en la vida moderna, mata”. ¿O no?
Bueno, encenderé un cigarrillo para pensar en esto y veré que hago…
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