sábado, 26 de noviembre de 2011

Desde la casa de la abuela...

Hoy los saludo desde la casa de la abuela. Estoy al lado suyo en su lecho de agonía. Se muere...la vieja se muere. Todos siempre pensamos que iba a ser eterna, pero la realidad es que se muere...ya agoniza. Quedará su casa y jardín para visita de la familia, un centro de historia donde hilvanar los orígenes de aquellos que vendrán. Herederos reclamantes no los hay, es que no hay que repartir. Ya todo ha sido embargado y robado, bien por los bancos y viejas empleadas de la casa. No han embalado las cosas ya que harán un museo de ella. Queda toda su historia y el cúmulo de cultura que ya pocos entienden o se muestran interesados. Es como un evento obligado el venir a ver a la vieja, las fotos de siempre en los mismos eternos rincones. Nadie la saluda ni le preguntan como está, simplemente cumplen con haber estado de visita.
Cuando la vieja estaba fuerte, mandó a todos sus descendientes a recorrer el Mundo, le dio un poco de dinero a cada uno para que hicieran negocio para la familia...la mayoría se quedó por aquellos otros lugares donde es más fácil hacer más dinero. La vieja fue quedando sola, cada vez le fueron mandando menos plata y olvidandose de ella. Nuevos viejos ganaron terreno y aprendiendo de ella, simplemente la utilizaron. Ahora ando por aquí, por su casa, acompañandola en su agonía. Me deleito recorriendo sus rincones repletos de arte, palpando su cultura universal, recordando las barbaridades hechas por ella a lo largo de su historia y viendo como el resto de la familia se ha olvidado de ella, y desde lejos, no le hacen llegar ni el pésame.
Los viejos terminan por ser relegados sociales, más aún, aquellos que se mantienen estáticos en su jerarquía de poder. A ésta, no se la puede mandar a un asilo y es que no hay asilo que la aguante. Así que está en su casa, sola, esperando el ocaso. Igual se viste y peina como la antigua dama que fue. Se sigue mirando al espejo y viéndose como aquella dama misteriosa e implacable. Algo de demencia senil seguramente le afecta ya que no ve la realidad y la miente cada vez que habla de ella. Vive del recuerdo, deambula hablando sola por la casa y dando órdenes a viejos esclavos que ya son libres y hasta poderosos. La pobre vieja ni se entera que se muere...
Hoy, desde la casa de la abuela espero su suspiro último...el eje financiero del Mundo ha cambiado y esta vieja Europa, aún no se ha enterado...

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